Mi estancia ha sido en mayo de 2011. Mi mujer Judit y mis hijos hemos pasado viernes,sabado y domingo.
Aprovechamos para visitar Dinopolis y me he ido con la sensación de que me han faltado dias de disfrutar de la tranquilidad y el paisaje.
Espero volver en agosto una semana y esta vez sin salir del recinto, para disfrutar de todo su encanto.. lo recomiendo 100 %